El mejor CALZADO PARA EL CAMINO

Encuentra el mejor calzado para el Camino de Santiago

Si has decidido hacer el Camino de Santiago y estás en plena preparación, ya te habrás dado cuenta de que hay algo fundamental, que no puede fallar. Se trata de encontrar el calzado para el Camino de Santiago más adecuado. No te preocupes, es una de las preguntas que se hacen todos los futuros peregrinos. ¿Será mejor hacerlo con botas, con zapatillas de deporte, o con algún calzado especial? ¿necesito llevar varios pares? ¿Es mejor calzado usado o nuevo? ¿debe ser ajustado o algún número más grande?  El Camino de Santiago es una auténtica experiencia personal, en la que tus pies son protagonistas. Serán tus mejores aliados a lo largo de esta ruta que puedes iniciar desde diversos puntos o tus peores enemigos. Por eso la elección del calzado adecuado es muy importante. En nuestra página encontrarás todo tipo de calzado para que este proyecto vital sea recordado con agrado.


¿Qué calzado debo elegir para el camino?

El Camino de Santiago es una aventura, lo que implica que las cosas no son matemáticas. Uno puede preparase para un tiempo de lluvia y hacer muy buen tiempo, o pensar que la ruta es sencilla y que sea más complicada. Hay muchas cosas que pueden variar, pero el calzado para el Camino de Santiago no puede ser una de ellas. Caminos de piedras, lluvias, calor, largas colinas, escarpadas bajadas, muchas horas caminando y múltiples cosas extra, son los que te esperan a lo largo del recorrido. No elegir el calzado adecuado puede ser un constante lamento ante la mala elección de botas o zapatillas. Para evitar que el Camino de Santiago se convierta en una pesadilla, te ofrecemos algunos consejos.

La principal recomendación es que el mejor calzado es el calzado usado. El calzado que lleves al Camino, no debe ser nuevo (ni siquiera recién comprado y probado un par de veces). La razón principal es que habrá muchas horas de caminata, lo que implica que, ante un calzado nuevo, nuestros pies trabajarán para darles nuestra forma, eso genera presión constante y rozaduras en muchas zonas. Un calzado usado ya está amoldado a nuestro pie, por lo que reducimos las opciones de tener este tipo de problemas de adaptación. Debes haber realizado muchas caminatas y kilómetros con ellos, tiene que estar usado, pero sin llegar a estar desgastado, ya que esto podría generarnos otro tipo de problemas durante el trayecto. Por lo tanto, si estás pensando en realizar algunas de las múltiples rutas, empieza por seleccionar el calzado para el camino de Santiago. Así tendrás tiempo para darle uso, amoldarlo a tus pies y empezar el camino de la mejor forma posible. Lo mejor que puedes hacer es practicar con ellos durante al menos 3 meses, antes de poner rumbo hacia esta ruta.

El pie del peregrino sufre mucho porque recorre todo tipo de superficies distintas (muchas el mismo día), como; asfalto, hormigón, gravilla, rocas, suelos de tierra o arcillosos y calizos. Esta variedad hace que calzado para el camino de Santiago se adapte a todo tipo de terrenos. Aunque la experiencia del Camino siempre tiene un componente muy personal, podemos determinar que hay tres tipos de calzado recomendables:

Botas

Las botas son el calzado más habitual, sobre todo en fechas de mal tiempo. Las botas son, sin duda un adecuado calzado para el camino de Santiago. Nos dan mucha sujeción y facilitan los apoyos en los y tramos más complicados y con suelos menos cómodos. Lo ideal es una de media caña para que tengas máxima proyección en los tobillos, sin perder comodidad en el caminar. Recuerda que serán muchas horas de caminata y eso requiere no tener ninguna molestia. Hay muchos tipos de botas y de muchas calidades y materiales. Que sean resistentes y con refuerzos en punteras y talones. El caucho es uno de los materiales más adecuados y proporciona adherencia y resistencia. A nivel de marcas, hay varias que destacan, como Teva, Chiruca, Salomon o Boreal. Pero lo importante es que estés cómodo (más allá de la marca). Según la época del año, en caso de que sea de muchas lluvias, el Goretex es recomendable (aunque perderás transpirabilidad, no hay nada peor que caminar con los pies mojados). Muchas incorporan una membrana impermeable.

Zapatillas de Trekking

Como en tantas otras cosas, la evolución en el calzado para caminar ha sido espectacular. Si hace años solo había botas y más botas, a día de hoy hay un calzado intermedio muy válido. Se trata de las zapatillas de trekking o zapatillas de montaña. Es una elección muy acertada (sobre todo en fechas donde no se esperan lluvias). Son perfectas para el peregrino que quiere más libertad de movimientos, transpirabilidad, ligereza, y que incluso quieren hacer partes del camino corriendo o a un ritmo muy alto. Combinan la elasticidad del cuerpo de la zapatilla, oprimiendo muy poco al pie, con unas suelas cómodas (incluso acolchadas), y muy rígidas y resistentes que estabilizan la pisada. Son más ligeras que las clásicas botas, pero igual de resistentes (incluso bastante más cómodas). Eso sí, no son nada recomendables en épocas donde haya mucha agua (ríos crecidos) o previsión de lluvia, puesto que no suelen ser impermeables. Gote Tex, Adidas, Nike… son marcas muy reconocibles.

Sandalias

Solo son recomendables para el verano. Nos referimos únicamente a las sandalias cerradas ya que, aunque tienen menos sujeción que botas y zapatillas de trekking, suele ser suficiente. Ya que normalmente incorporan una tira en el empeine y otra en el talón. No vale cualquier tipo de sandalia, que quede claro, solo las que son multifuncionales y están destinadas al uso durante largas jornadas, con la ventaja de que aportan frescura y comodidad. Quizá no sean recomendable como calzado único, pero si un complemento para etapas más cortas (o algunos tramos de cada jornada) o en los días de más calor. Keen, Arpenaz o Quechua son marcas representativas, aunque hay muchas otras. La ventaja de usar este calzado para el camino de Santiago es que es el más fresco para tus pies, por lo tanto, es siempre una buena opción, la de tenerlas como reserva y usarlas en algún momento del día. Así el pie respirará y descansará de otros calzados más opresivos.

Factores claves para el calzado y para tus pies

Ya hemos comentado la incidencia que puede tener el calzado (y por extensión los pies), en el devenir del disfrute del Camino de Santiago. Una mala elección del calzado o un mal cuidado de los pies, puede suponer un gran problema. En ocasiones de heridas graves, incluso, al abandono de la peregrinación, con la consiguiente frustración. Hay algunos aspectos que hay que vigilar.

Talla: Al comprar el calzado para el camino de Santiago, y en general el calzado para caminar, es muy importante que no apriete. Si los dedos tocan la punta debes coger un número más. Los dedos no deben rozar. Tampoco debes escoger un tamaño demasiado grande porque el calzado no debe “bailar”.

Nunca estrenar: Ya lo hemos comentado, pero lo repetimos por su importancia. Nunca estrenar calzado se debe utilizar, como mínimo, con un mes de antelación y darle un uso continuado durante cortos periodos de tiempo para se vaya amoldando poco apoco a nuestra anatomía.

Al final del día: Las rutas de Santiago implican caminar durante días. Una vez que se haya recorrido la distancia del día, hay que sacar ese calzado con el que se anda y utilizar unas sandalias o un calzado muy fino y ventilado. De esta forma el pie se podrá recuperar de los esfuerzos del día.

Revisa calzado y pies: Es importante que cada día el calzado esté seco. Si se ha mojado, preocúpate de que se seque (sobre todo por dentro). Revisa los pies y cuida de ampollas y rozaduras en cuanto las veas (así no te dolerán tanto y no crecerán). Usa tiras protectoras, tiritas o esparadrapo.

Calcetines: Úsalos siempre, evitarás rozaduras y que el calzado haga daño en algún punto. Sacar rendimiento del calzado dependerá del calcetín. En general usa el que más te guste, pero intenta que sean finos en verano y más gruesos el invierno. Hay algunos con partes más tensas, es interesantes.

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