La encantadora Campana de Ibañeta, erigida en el siglo XIII y originalmente destinada a funciones parroquiales hasta el siglo XVIII, vivió un periodo de desuso hasta el resurgimiento de su culto en el siglo XX. Este templo gótico, de estructura rectangular, presenta una nave única dividida en dos tramos, sostenida por columnas cilíndricas y coronada por una bóveda de crucería simple con cabecera recta. La portada, adornada con un arco apuntado, exhibe un crismón, símbolo cristiano con las letras iniciales del nombre de Cristo. En su interior, la magia perdura con la veneración de una talla del apóstol Santiago, añadiendo una dimensión espiritual única a este lugar de significancia histórica y arquitectónica. Explore la riqueza de la Campana de Ibañeta, donde la majestuosidad gótica se fusiona con la espiritualidad del Camino de Santiago.
La campana de Ibañeta
En las cercanías del Alto de Ibañeta, donde ahora contemplamos un monumento, se erigió durante varios años un monumento dedicado a la Canción de Roldán en 1934 por iniciativa de la Diputación Foral de Navarra. Sin embargo, este monumento, que conmemoraba el descubrimiento del manuscrito más antiguo de la Canción de Roldán en 1834, fue destruido por un fuerte temporal el 25 de enero de 1937. En la microexposición del Archivo Real y General de Navarra, se destaca el contexto de la conmemoración de 1934, donde se celebraron diversos actos con la participación del Orfeón Pamplonés y otros eventos en Pamplona, Roncesvalles, Valcarlos y Burguete.
El monumento, diseñado por Victoriano Juaristi Sagarzazu y ejecutado en colaboración con el escultor José María Íñigo y el campanero Vidal Erice, consistía en un arco de piedra coronado por un águila imperial y un altar con una lauda de bronce que presentaba un bajorrelieve antropomorfo de Roldán. Además, colgando sobre el altar, se encontraba una campana de bronce llamada «campana de la paz». Aunque inicialmente se le llamó Monumento a la Paz de los Pirineos, su conexión con la Canción de Roldán y su bajorrelieve de Roldán lo llevaron a ser conocido como Monumento a la Canción de Roldán o simplemente Monumento a Roldán.
La conmemoración de 1934 incluyó la inauguración de este monumento, donde representantes de la Diputación de Navarra y corporaciones universitarias de España, Francia e Inglaterra estuvieron presentes. La destrucción del monumento ocurrió el 25 de enero de 1937 debido a una fuerte tormenta. A pesar de la solicitud de reconstrucción por parte del delegado provincial de Bellas Artes, Onofre Larumbe, la Diputación Foral procedió a la reconstrucción en 1938. Sin embargo, el monumento sufrió otro derrumbe unos pocos años después, y hoy en día, solo algunos sillares son visibles en Ibañeta.
Posteriormente, la Diputación Foral de Navarra llevó a cabo la restauración de la ermita de San Salvador en 1965 y la construcción de un nuevo Monumento a Roldán en 1967, diseñado por Cándido Ayestarán. Este nuevo monolito conmemora la legendaria Batalla de Roncesvalles y ha perdurado hasta nuestros días.