Descubre la historia de las famosas Brujas de Zugarramurdi, uno de los casos más destacados de brujería en España. En 1610, el tribunal de la Inquisición de Logroño llevó a cabo un juicio infame en el que dieciocho personas confesaron sus supuestos delitos y fueron reconciliadas, mientras que seis se resistieron y fueron condenadas a ser quemadas vivas. Conoce más sobre este oscuro episodio de la historia española en nuestro último post.
Las brujas de Zugarramurdi
La persecución de brujas en el país de Labort, parte del País Vasco francés, liderada por el juez Pierre de Lancre en 1609, marcó el inicio de una ola de miedo y persecución en la región. Lancre, comisionado por el rey Enrique IV de Francia, publicó dos libros que detallaban sus investigaciones y acusaciones contra los supuestos brujos y brujas, lo que generó pánico en la población.
La llegada de Lancre provocó una histeria colectiva, con familias huyendo hacia Navarra en busca de refugio. Según sus relatos, se celebraban reuniones de brujos y brujas donde adoraban al diablo y realizaban actos maléficos. Utilizaban ungüentos para volar al aquelarre y se practicaban misas negras.
Los juicios se basaban en declaraciones obtenidas bajo tortura, con traducciones inexactas y malentendidos. Lancre llegó a la conclusión de que más de tres mil personas estaban implicadas en la brujería. Bajo su mandato, se quemaron a 80 supuestas brujas, extendiendo el pánico a los valles del norte de Navarra.
En Zugarramurdi, una pequeña aldea en Navarra, el caso cobró vida propia. Una mujer, María de Ximildegui, desató una cadena de acusaciones al regresar de Labort. Acusó a otros de brujería, desencadenando arrestos y confesiones forzadas. Sin embargo, algunas de las acusadas se retractaron, denunciando la coacción.
El tribunal de la Inquisición de Logroño intervino, encarcelando a las acusadas y enviando un informe a la Suprema Inquisición en Madrid. A pesar de las dudas sobre la veracidad de las confesiones, la persecución continuó, con más arrestos y encarcelamientos.
El auto de fe en logroño
Descubre la historia del auto de fe de Logroño, uno de los eventos más impactantes en la historia de la brujería en España. El 7 de noviembre de 1610, miles de personas se congregaron para presenciar el juicio, donde dieciocho personas confesaron y fueron reconciliadas, mientras seis se resistieron y fueron quemadas vivas. Además, cinco fueron quemadas en efigie. Este proceso, conocido como las Brujas de Zugarramurdi, se destaca por su severidad, influida por la caza de brujas en Francia. La investigación posterior del inquisidor Alonso de Salazar y Frías reveló fallos en el proceso y la coacción a los acusados, desafiando la credibilidad de los testimonios y señalando la inexistencia real de la brujería. Descubre más sobre este fascinante capítulo de la historia española en nuestro último post.
- Preparativos y Participantes: El auto de fe fue un evento público que atrajo a una gran multitud de personas, incluso algunos llegaron desde Francia. La procesión fue encabezada por el pendón del Santo Oficio, seguido de una variedad de figuras religiosas y autoridades eclesiásticas y civiles. También participaron los acusados, tanto los reconciliados como los condenados.
- Desarrollo del Auto de Fe: La procesión culminó en un gran cadalso donde se llevaron a cabo los juicios y las sentencias. Durante el auto de fe, se leyeron las sentencias de los acusados, se predicaron sermones y se llevaron a cabo los castigos públicos.
- Reconciliados y Condenados: De los acusados, dieciocho personas fueron reconciliadas porque confesaron sus culpas y pidieron misericordia al tribunal. Sin embargo, seis personas se resistieron y fueron condenadas a ser quemadas vivas, mientras que cinco más fueron quemadas en efigie debido a que ya habían fallecido.
- Impacto y Significado: Este auto de fe fue uno de los más severos en la historia de la Inquisición española en relación con la brujería. La dureza de las penas y el número de condenados reflejan el fervor y la paranoia en torno a la brujería en esa época. Además, el evento fue un espectáculo público diseñado para reforzar el poder y la autoridad de la Inquisición.
- Contexto Histórico: El auto de fe de Logroño ocurrió en un momento de gran agitación en Europa, con numerosos casos de caza de brujas y persecuciones religiosas. La influencia de figuras como el juez francés Pierre de Lancre también contribuyó al clima de miedo y sospecha en la región.