San Antonio Abad es venerado el 17 de enero como el patrono de los animales en la Iglesia Católica. Esta festividad se celebra a lo largo del país con diversas ceremonias de bendición de ganado. En la región llana leonesa, ubicada entre la capital y Tierra de Campos, la devoción a este santo ha arraigado profundamente, especialmente en Las Grañeras, un enclave de El Burgo Ranero. El día 17 de enero, se lleva a cabo una misa en honor a San Antonio Abad, durante la cual se presenta un ramo elaborado con roscas de baño. Tras la liturgia, este ramo es subastado y se realiza un concurso de refranes.
Este evento da paso a una tradición literaria singular que solía ser practicada en múltiples pueblos de la comarca. Dos habitantes locales participan en un duelo literario, recitando versos octosílabos que crearon a partir de los acontecimientos del pueblo y del país a lo largo del año. Esta competencia poética se desarrolla frente a la audiencia, generando admiración y diversión entre los presentes.
Históricamente, los protagonistas de los refranes eran predominantemente hombres. No obstante, en la actualidad, las mujeres desempeñan un papel crucial en la celebración, asumiendo un rol destacado en la presentación del ramo. Algunas mujeres visten atuendos tradicionales leoneses para la ocasión. Las roscas que componen el ramo son subastadas después del concurso de refranes, lo que añade un componente festivo y comunitario a la celebración.
San Antonio Abad es honrado el 17 de enero como el protector de los animales en la tradición católica. Las festividades en su honor en la región llana leonesa, específicamente en Las Grañeras, incluyen una misa, la subasta de un ramo de roscas y un concurso de refranes. Este último es un destacado evento literario en el que los habitantes recitan versos octosílabos que reflejan los acontecimientos locales y nacionales del año. La participación activa de las mujeres y el aspecto de subasta añaden atractivo y valor a esta celebración arraigada en la cultura local.