A lo largo del Camino de Santiago francés en España, se comparte un patrimonio cultural inmaterial representado en el saludo entre peregrinos y locales. Desde Jaca o Navarra hasta Galicia, este camino es marcado por una tradición de hospitalidad hacia los peregrinos, expresada a través del saludo que implica una doble intención de bienvenida y buenos deseos para su viaje.
La raíz de este código de saludo se remonta a los orígenes medievales del Camino de Santiago, siendo mencionado en el Códice Calixtino. En la Edad Media, se usaba la expresión «E ultreia! E suseia! ¡Deus aia nos!» como una señal de aliento que podía ser esencial para comunicarse en regiones con idiomas desconocidos. Incluso se encuentra presente en cantos como el himno de los peregrinos flamencos. Hoy en día, esta expresión sigue siendo entonada para evocar las melodías históricas.
En la ruta del Camino de Santiago, existen evidencias escritas de este saludo en varios lugares. Por ejemplo, el «reloj analemático» cerca de la Cruz de Ferro, donde los peregrinos pueden registrar la hora de su llegada y calcularla según el mes. Además, expresiones locales como «aupa peregrinos» en el Camino del Norte reflejan la diversidad de formas en que se manifiesta este saludo.
El saludo más común y relevante entre peregrinos y locales es la frase «buen camino», acompañada de gestos amables. Esta expresión se practica en todas las regiones de España por las que pasa el Camino de Santiago. Tanto vecinos como peregrinos, sin importar su afiliación religiosa, se desean mutuamente un «buen camino». Incluso los extranjeros aprenden rápidamente esta frase si no la conocen.
Este saludo oficial también se encuentra registrado físicamente en el recorrido del Camino. Monumentos como el erigido por la junta vecinal de Portela en 2003 llevan inscrito el mensaje «Buen camino Peregrino». Además de su repetición constante, algunos peregrinos reflexionan sobre su significado más profundo. Para muchos, este saludo va más allá de ser una simple fórmula de bienvenida, representa la empatía y el apoyo sincero hacia los demás. Algunos peregrinos lo interpretan como un deseo para la vida en general, esperando que sus caminos vuelvan a cruzarse en algún momento.
A lo largo del Camino de Santiago francés en España, el saludo entre peregrinos y locales representa un patrimonio cultural inmaterial arraigado en la historia medieval de la ruta. La expresión «buen camino» no solo es un gesto de hospitalidad, sino también un símbolo de empatía y apoyo que trasciende las barreras lingüísticas y culturales.