España comprende una extensa red de senderos que nos permiten descubrir lugares recónditos a los que seguramente no accederíamos si no fuese a pie.
Existen senderos para todo tipo de pies y viajeros. Recorridos cuya duración está limitada a pocas horas, o rutas que nos llevarán días de aventuras hasta llegar al destino.
El senderismo es la mejor forma para conocer el entorno que nos rodea, estar en contacto con la naturaleza, vivir los placeres de una aventura que se irá construyendo paso a paso y tal vez, una ocasión idónea para conocer gente con la que compartir experiencias.
En la geografía española encontramos diferentes tipos de senderos que son clasificados dependiendo de su recorrido. Para aquellos que aún no están iniciados en el mundo de los senderos, os hacemos un breve repaso por el significado de letras, colores y símbolos que os encontraréis en vuestra senda.
Un sendero estará señalizado cuando haya sido homologado por la FEDME (Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada) o bien por las federaciones autonómicas. Para obtener la homologación que lo incluya en la red de senderos como tal, debe cumplir unos requisitos mínimos que garanticen calidad y seguridad al senderista a lo largo de su recorrido.
Dentro de la red de senderos en España encontraremos tres tipos de sendas que serán clasificadas según el número de kilómetros existentes en el recorrido.
Senderos de Gran Recorrido (GR): Son aquellos señalizados con los colores blanco y rojo, las siglas GR, además de la numeración asignada. Es un requisito imprescindible que los senderos de este rango cuenten con una longitud mínima de 50 kilómetros.
Senderos de Pequeño Recorrido (PR): Los senderos de pequeño recorridos son aquellos que están identificados con los colores blanco y amarillo, las siglas PR y el código territorial y numeral correspondiente. La longitud debe estar comprendida entre un mínimo de 10 kilómetros y un máximo de 50 kilómetros.
Senderos Locales (SL): Son aquellos cuya longitud no puede exceder los 10 kilómetros. Estarán señalizados por los colores blanco y verde, las siglas SL más el código territorial y numeral.
Tras una breve identificación de la red de senderos existente en nuestro país es necesario también identificar el significado de algunos símbolos que nos encontraremos en nuestra ruta, lo que nos evitará perdidas y confusiones a lo largo del camino.
Ya lo tenemos casi todo para comenzar nuestra ruta propuesta, pero antes debemos situarnos en un contexto histórico para entender mejor el significado de este camino.
En el 2017 se celebro el Año Jubilar Lebaniego. Santo Toribio de Liébana tiene el privilegio concedido de celebrar el Año Santo cada vez que la festividad de Santo Toribio coincide en domingo.
Este privilegio es compartido con las ciudades de Santiago de Compostela, Roma, Jerusalén y Caravaca de la Cruz. Fue el Papa Julio II en siglo XVI, quien concedió este honor al monasterio.
En el interior del monasterio de Santo Toribio de Liébana se encuentra un tesoro que lo convierte en un lugar de obligada peregrinación, para los fieles y los curiosos, ya que allí podremos observar el Lignum Crucis, el fragmento más grande conservado de la cruz donde murió Cristo.
¡Comencemos la ruta! Aunque oficialmente está distribuido en 3 etapas, se puede dividir el mismo recorrido en jornadas con menor número de kilómetros que te permitan disfrutar mejor de las diferentes localidades ubicadas a lo largo del camino, además de ser una oportunidad perfecta para nutrirse con mayor profundidad de la cultura de la zona.
Nuestra recorrido será dividido en tres etapas, pero esto es opcional, el ritmo de cada ruta lo marca uno mismo. El objetivo es disfrutar del entorno, estar en contacto con la naturaleza y vivir una experiencia única.
Monasterio de Santo Toribio de Liébana.
En nuestro próximo post te desglosaremos cada una de las etapas hasta llegar a la ansiada meta, el Monasterio de Santo Toribio de Liébana.
