La leyenda de Obanos es una de las muchas historias que se cuentan en el Camino de Santiago. Esta leyenda se refiere a un pueblo llamado Obanos, que se encuentra en la provincia de Navarra, en España.
La leyenda de Felicia es una historia que narra la valentía de una joven noble que decidió dejar atrás su vida de lujos y comodidades para emprender una peregrinación hacia Santiago de Compostela. La joven estaba interesada en visitar la tumba del Apóstol Santiago, que había sido mencionada por un trovador en una de sus presentaciones.
A pesar de las advertencias de su familia sobre los peligros que podrían presentarse en el camino, Felicia decidió emprender la aventura acompañada de su séquito. A lo largo del camino, la joven se encontró con la miseria, la pobreza y la enfermedad, lo que la llevó a tomar una decisión trascendental.
Tras llegar a Santiago y visitar la tumba del Apóstol, Felicia decidió quedarse en el Caserío de Amocaín, cerca de Pamplona, para ayudar a los más necesitados. La joven dedicó su tiempo al cuidado de las tierras, los animales y otras labores del caserío. Esta decisión cambió su forma de entender la vida y la hizo valorar mucho más las pequeñas cosas.
Mientras tanto, su hermano Guillén, preocupado por su ausencia, decidió buscarla. Después de recorrer varios pueblos, encontró a Felicia en el caserío donde había decidido quedarse. Guillén intentó convencer a su hermana de que volviera al castillo para seguir con su vida de noble, pero ella se negó.
Enfadado y triste por la decisión de su hermana, Guillén perdió el control y la mató con un corte en el cuello. Arrepentido de lo que había hecho, Guillén puso rumbo a Santiago para buscar perdón por su pecado mortal.
El cuerpo de Felicia fue enterrado en el caserío de Amocaín, donde todos los vecinos quedaron incrédulos al ver que de la herida mortal había brotado una hermosa flor. Después de este suceso milagroso, los vecinos construyeron un arca de roble para depositar el cuerpo de Felicia en la iglesia, pero el arca resultó ser demasiado pesada para ser trasladada.
Finalmente, unas mulas fueron las encargadas de transportar el cuerpo de Felicia hasta donde ellas pararan. Las mulas se detuvieron en Labiano, cerca de la iglesia de San Pablo, hoy conocida como la de San Pablo y San Felicia, donde se encuentra enterrado el cuerpo de la hija del duque de Aquitania.
Guillén, después de regresar de Santiago, decidió quedarse de ermitaño en la ermita dedicada a Santa María en Arnotegui, ubicada en el cerro próximo al pueblo de Óbanos, y dedicó toda su vida a los peregrinos y a las obras de caridad. Fue proclamado santo por el pueblo tras su muerte.
Dónde se sitúa esta leyenda
La leyenda de Obanos es una de las muchas historias que se cuentan sobre el Camino de Santiago. Esta leyenda se sitúa en la localidad navarra de Obanos, que se encuentra en el tramo del Camino Francés que va desde Pamplona hasta Puente la Reina.
La leyenda de Obanos ha influido en la historia del Camino de Santiago, convirtiendo a esta localidad en un lugar de referencia para los peregrinos que recorren esta ruta milenaria.
